Por Ruth Albarracín Barreto [1]
Tejer paz desde el carnaval recoge el proceso desarrollado con niñas y niños de los grados jardín y transición retomando el derecho a las comparsas y los carnavales, logrando así potenciar sus voces e integrando las familias desde un sentido de construcción de vida, apropiación del territorio, goce y juego con comunidades aprendientes que se vinculan para crear una puesta en escena de ritmos diversos y soñadores. Todo ello en búsqueda de la anhelada paz.
Venimos atravesando por años la búsqueda de la paz en medio del conflicto social, las problemáticas vinculadas a las desigualdades sociales, la exclusión, la actual crisis ambiental entre otras. Actualmente vivimos momentos de una fuerte y acelerada transformación en las relaciones e interacciones, marcadas por altos índices de violencia y agresividad. Encontramos variadas manifestaciones de ello en el hogar, la calle, el colegio entre otros. La convivencia escolar y su entorno actúan de manera interrelacionada, sin que se exprese alguna de ellas de manera pura, lo cual hace más complicado conocerlas y entenderlas. Sumado a ello el desborde de inequidad social, marginalidad, y falta de oportunidades que se evidencian en la ciudad y que afectan especialmente a la niñez, sumado al llamado por el calentamiento y la crisis global que se vive actualmente, invitan a que las comunidades, las instituciones, la escuela, los líderes culturales y otros, ofrezcamos transformaciones y esperanzas de vida potenciando paz desde la participación mediante las voces, sentires y saberes de las comunidades.
La propuesta
Contemplando la responsabilidad social de formar ciudadanos desde los primeros años de vida posibilitando el aprovechamiento de la capacidad de aprendizaje y la socialización de los niños, niñas y jóvenes, se reconoce la importancia de enfocarse en este problema. Como una respuesta a ello desde 1987 vengo desarrollando la propuesta de implementar la cultura festiva escolar en diversos territorios escolares. Para el colegio Agustín Fernández desde el 2008, desarrollando el trabajo de comparsa o carnaval con niños, niñas y familias del grado pre-escolar iniciando en la sede B, posteriormente en la A y actualmente en la sede D, articulando en este 2021 dos cursos del grado primero.
Así, la comparsa y el carnaval se convierten en el pretexto para reivindicar los derechos de las niñas y los niños, visibilizar sus voces e imaginarios, construir mundos posibles tejiendo así con otros, brindando a su vez una escuela más humana, creadora y cultural, que propicie espacios de paz y sana convivencia en nuestros territorios. Estas creaciones se convierten en un espacio privilegiado para fortalecer el vínculo y la organización comunitaria desde la creación individual a la colectiva.
Recoger el sentir de voces de niños, niñas y comunidades nos invita a revitalizar el territorio en rituales de memoria, saberes populares, tejido de vida y patrimonio cultural. Pensar en la paz invita a trabajar desde el derecho a la calle, a la ciudad, a los carnavales. Hacer del carnaval un derecho para potenciar la paz, la acción colectiva e histórica, la inclusión, la identidad, la subjetividad y el sentido de pertenencia. Hacer desde estas prácticas todo un bien que parte de lo individual a lo colectivo, pero lo más importante; desarrollar el goce por una escuela y un territorio que propicie homenajeando a Paolo Freire: el placer, el amor y la vida de colores latinoamericanos por seres sentipensantes como nos lo planteó Orlando Fals Borda. Todo un palpitar por la fiesta humanizante, esencia y raíz de nuestros territorios ancestrales.
Por medio de la cultura festiva se están propiciando los espacios de aprendizaje de niños y niñas, fortaleciendo la ciudadanía mediante una educación más integral, emotiva, inclusiva y creativa. La fiesta posee importantes implicaciones en la construcción de tejido social y brinda múltiples e importantes procesos de aprendizaje como una manifestación social que ofrece un potencial significativo para lograr las mejores manifestaciones humanas durante los primeros años de vida. Elementos de la fiesta como son la música, la danza, el color, el sabor, el olor, el goce, la alegría, la interacción, la proximidad corporal, la cultura, la historia y la espontaneidad son propicias para lograr expresiones humanas magníficas[2], una alternativa significativa en la construcción de la diversidad de ciudadanía para la reducción de la segregación en la ciudad; maestros y estudiantes alrededor de los aprendizajes y las vivencias artísticas y culturales que fortalecen y armonizan hacia la paz.
Una búsqueda en el camino
Para el preescolar el trabajo curricular se soporta legalmente desde el lineamiento curricular para la primera infancia, liderado inicialmente por la SED y posteriormente adoptado por el MEN. En el año 2010, las Secretarías de Educación e Integración Social publican el Lineamiento Pedagógico y Curricular para la Educación Inicial en el Distrito, en el cual se plantea la importancia del arte para la primera infancia en dos sentidos: como pilar de la educación inicial y como dimensión del desarrollo integral de niños y niñas de 0 a 5 años [3].
Se parte de la impronta: Niñas y niños son protagonistas de su propia historia; comprenden, explican y recrean el mundo social, cultural y natural en el que viven. Desde allí se proponen las dimensiones: cognitiva, comunicativa, socio afectiva, artística, corporal y espiritual, junto con los pilares: el arte, el juego, la exploración del medio y la literatura para desarrollar la propuesta curricular y convivencial con la niñez mediante el trabajo por proyectos. Sumado a lo anterior, es importante validar la organización por ciclos que en sus diversas formas ha permitido generar propuestas diversas.
Vale la pena retomar la experiencia en donde desde el 2013 en los grados jardín (2013 – 2016) y en los grados transición (2005 al 2012 y 2017 al 2021). Desde el año 2012 al 2017 el proceso de comparsas se desarrolló en compañía de la gran Maestra María Victoria Páez Cabarcas y se ha venido adelantando mediante un proceso integral de educación inicial que parte desde los derechos de niñas y niños, con un fuerte énfasis en la sociafectividad, fortaleciendo su desarrollo integral. El juego y la exploración se convierten en el motor que permite la búsqueda y construcción de ambientes de aprendizaje, enriquecidos por los otros pilares. La recuperación y reconocimiento de saberes propios, ancestrales, cuidado de la Pachamama y el fortalecimiento de derechos son un fuerte referente del trabajo. El abrir camino desde la intuición, las emergencias y la participación permiten construir rutas no trazadas que se concertan en el aula misma a la escucha y propuestas de los niños y niñas. Participar desde las voces de colores implica saborear el encanto como origen de todos los actos, vivir la inocencia, enternecernos y permitir que fluyan caminos no pensados. Es abrir el corazón, es atravesar ventanas y puertas, escuchar la oreja verde de Gianni Rodari, es ponerse las gafas del sol y la luna, es jugar con puntos de colores en círculos donde unos y otros se relacionan, se cruzan, se niegan, se crean y se recrean. Es crear y recrear, creer en nosotros mismos para creer en ellos y desde el amor dar rienda suelta a vivir[4] .
Titiricarnaval 2021
Así se construyen caminos que integran la intención pedagógica y curricular de los proyectos de aula de cada año, (2013 al 2018) y el proyecto integral (2019 – 2021)[5] sumado a mi proyecto pedagógico: «Expresión y creación por un mundo posible», articulados al PEI del colegio: Construcción y conservación de la vida. El territorio, la familia y la comunidad están presentes a través de encuentros de creatividad, participación, juego y expresión, propiciando la alegría y felicidad en colectivo. De esta manera, se abren las puertas a espacios públicos como la calle habitando el «derecho a la ciudad» del que nos habla Tonucci, al «derecho a montar un caballito de palo» como nos lo declamó Jairo Aníbal Niño y a cantar «Imagine» como un canto por la paz en voz de John Lennon.
Todo ello en la perspectiva de un currículo diverso, incluyente, integrador, evolutivo y pertinente en consonancia con su contexto y acervo cultural, tal como lo instaura la UNESCO a través de la Oficina Regional de Educación para América Latina y el Caribe, en el informe «El derecho a una educación de calidad para todos en América Latina y el Caribe» cuando nos dice:
El trabajo desde los derechos y las prácticas del buen vivir retomando saberes, rituales y prácticas de vida han permitido dar una mirada integral al proceso construido en las diversas creaciones de cada año. En sus inicios hasta el 2012 el trabajo en derechos con la comunidad de educadores populares del territorio aledaño al colegio; SEDEN una organización en defensa de los derechos de niñas y niños. Posteriormente en el 2013 con la Red de Cultura Festiva y por invitación personal del historiador Marcos González. Con maestras y maestros de varios colegios de Bogotá, el trabajo se enfocó en la cultura muisca retomando el libro: Ceremoniales fiesta y nación. Bogotá un escenario. De este retomé el mensaje en lengua muisca: Abquyquy Bchuesyca que significa: dar alegría a otros, y que actualmente se mantiene como eslogan del proceso. En los siguientes años y en diversas formas las temáticas trabajadas han sido:
- 2005: Feria del maíz.
- 2006 al 2010: Diversas comparsas en derechos organizadas con niños y niñas para participar en el Carnaval EPI por los derechos de niños y niñas.
- 2011: Cuidando la tierra.
- 2012: Somos tierra, agua, aire, fuego.
- 2013: Abquyquy Bchuesyca – Dar alegría a los otros.
- 2014: Primer carnaval por la primera infancia – Tejedores de aguavida.
- 2015: Segundo carnaval por la primera infancia – Por unos derechos juguetones.
- 2016: Tejiendo Pachamama.
- 2017: Sueño andino.
- 2018: La comparsa tejedora de sueños: América de colores.
- 2019: Vamos de cabalgata para el bicentenario.
- 2020: Carnaval de niños y niñas en casa.
- 2021: Títiricarnaval de la alegría.
Para el futuro se contempla el fortalecimiento en la primera infancia, los grados primeros y diversa y flexible en semilleros de cultura festiva escolar mediante la implementación y la creación de comparsas para el gran encuentro cultural del carnaval de la sede D implementando las dimensiones, las áreas tejidas por las artes y una cultura festiva escolar incluyente, creativa e innovadora.
Con base en los procesos y participación en escenarios pedagógicos y artísticos de Cultura Festiva que busca reconocer a las niñas, niños y jóvenes como protagonistas validos de sus procesos, surge la propuesta de seguir movilizando y posibilitando el encuentro festivo desde el querer y el sentir de niñas y niños construyendo utopías por la construcción de paz en un mundo posible desde los siguientes tópicos:
- Vivir los tiempos emocionados de la infancia hacia la felicidad.
- Posibilitar la creación cultural atada al territorio de vida que fortalezca el tejido familiar, escolar y comunitario.
- La garantía de los derechos de niñas y niños.
- Propiciar diversos encuentros con la primera infancia y los otros ciclos (festivales, talleres, encuentros) para escuchar, compartir, recrear sus voces, sentires y sueños que nos lleven finalmente a una creación viva tejedora de paz.
- Los rituales como una práctica desde el corazón que alimenta al ser, a cada uno, al colectivo y al cosmos de luz.
- Realizar el carnaval en una forma activa, impredecible y alegre propiciando espacios de paz y felicidad a nuestros grandes ciudadanos del barrio, la ciudad y del planeta.
- Un tejido de sueños, utopias y resistencias ante este mostruo de la pandemia y la crisis social .[6]
- Concientizar el cuidado y protección a la Pachamama mediante el mensaje de la carta de la tierra y las prácticas del buen vivir de nuestras comunidades ancestrales.
- Un carnaval para jugar, soñar, para vivir la paz y ser feliz construyendo saberes patrimoniales, culturales, artísticos y sociales totalmente incluyentes.
En voz de nuestros bellos pupilos:
Ilustración 7. Articulación con procesos culturales.
Referencias:
Barbero, J. M. (1992). Aparte de la conferencia en el Seminario la ciudad, cultural y espacio y modos de vida. Medellín: Min Cultura.
González, P. M. (2013). Tejidos de nación: los carnavales. Venezuela: Intercultura.
Marcos, A. J. (2009). Obtenido de Los carnavales como bienes culturales intangibles. Espacio y tiempo para el ritual: http://www.ugr.es/~pwlac/G25_49Javier_Marcos_Arevalo.html
Max-Neef, M. (2004). Fundamentos de la transdisciplinariedad. 2004. Valdivia: Universidad Austral de Chile.
[1] Maestra del Colegio Agustín Fernández Sede D Grados Transición. rutalba@gmail.com
[2] Construcción de ciudadanías y prácticas de convivencia en la escuela: la fiesta como escenario. Propuesta para implementar en el marco del programa de la SED-Bogotá: Escuela-Ciudad-Escuela. 2013-2015.
[3] Lineamiento Pedagógico y Curricular para la Educación Inicial. SED
[4] https://ecoecoeco.co/wp-content/uploads/stand_uploads/98/RELATO%20VOCES%20DE%20COLORES-IED%20Agust%C3%ADn%20Fern%C3%A1ndez-USAQU%C3%89N.pdf
[5] Muchos de los proyectos de aula se encuentran sistematizados en blogs, wix y fotografías, diarios de campo.
[6] https://www.youtube.com/watch?v=9zO2lhonsbo
[7] https://www.youtube.com/watch?v=Sb3ZeSENz7A
Vital, el proceso del interactuar de la escuela con los niños y jóvenes como ente social, pluralista conocedora de su entorno y potenciando ese diario vivir del Niño al adolescente . Felicitaciones, Ruth y demás integrantes del proyecto “hacia la nueva escuela”
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Esas son las maestras que generan nuevas experiencias para los niños y niñas del futuro con amor y agrado por su profesión 🙏
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Genial con estas propuestas pedagógicas
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Ruth qué maravilloso trabajo de tantos años, ese caminar tuyo tann mágica propuesta del carnaval como escenario para que niñas, niños y familias alcen sus voces desde la creatividad y el afecto.
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